Mi querida tía Conchita vino un día a casa y me enseñó a hacer pequeñas flores. De ahí surgieron los PRENDEDORES.
Primero los más sencillos, con una sola flor y varias cuentas para darles algo de movimiento
Luego dos flores juntas y algo más.
Y por fin surgieron otras cosas, como los rabillos rizados. Y bien combinados sobre una solapa quedan muy chulos.
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